Háblame háblame, háblame, Quiero oír tu voz. Háblame, háblame, háblame, Quiero oír tu voz. Háblame, háblame. En ti confío mi señor, confío sin temor, Caminare en tu
Acariciotus manos. Y una puerta se abre y nos vuelve a juntar. Nadie sabe la verdad. Hoy,corazon,solo quiero oir tu voz. Hoy,el dolor,se estrella en esta habitacion. Hoy,corazon,estoy durmiendo junto a ti. Hoy,mi dolor,que nadie sabe. Punteo:Fa-Do-Solm-La# (x3)Fa-Do-Solm-Solm-La-La.Juan5:24). El prefacio que el Señor le dio al libro de Doctrina y Convenios y que conocemos como la sección 1 comienza diciendo: “Escuchad, oh pueblo de mi iglesia, dice la voz de aquel que mora en las alturas, y cuyos ojos están sobre todos los hombres; si, de cierto digo: Escuchad, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las